lunes, 22 de febrero de 2010

Fuego!

Cogió un libro para leer un rato antes de dormir, y así facilitar la llegada del sueño. Empezó a oir golpes, lejanos, como si alguien insistiese en entrar en la habitación de algún otro huésped del hotel, solo que los golpes eran cada vez más cercanos, hasta que se produjeron en su puerta. Se levantó, con más curiosidad que enojo porque alguien interrumpiese su descanso a esas horas de la madrugada del domingo. Al abrir la puerta y ver al policía, su imaginación, alimentada por series y películas de todo tipo, se puso a trabajar hasta que el agente le dijo:

- Se ha declarado un fuego en el supermercado de abajo, por favor coja algo de abrigo y reúnase con los demás huéspedes en la entrada del hotel.


El olor a humo le confirmó las palabras del "urbano", así que cerró la puerta y se vistió. "Hará frío, cojeré el abrigo, guantes, bufandas..." Dudó si tenía que coger algo más, por si acaso el inoportuno incidente se propagaba más allá del Carrefour. "Bah, si se tiene que quemar algo, que se queme... excepto esto..." Se acercó a la mesita donde estaba el portátil, al lado de la cual estaba apoyada su querida Strato.

Así, con la guitarra colgada a la espalda bajó las escaleras junto a sus temporales vecinos hasta la calle, donde policías, bomberos, trabajadores y clientes del hotel curioseaban, miraban, preguntaban... Fuera, lo que parecía una espesa niebla era el humo que salía del edificio. Los habitantes de los portales de al lado, cuyos edificios no estaban tan preparados para la extracción del humo, salían manchados, todiendo, con toallas húmedas tapando la boca. Ellos, más preocupados y afectados, eran dirigidos al instituto de detrás de la manzana, donde habían instalado el puesto de emergencia y...

- ¿Acústica o eléctrica? -así empezó la conversación el médico de la República Dominicana que por trabajo se encontraba en el hotel. Eso permitió que los siguientes minutos/horas se hiciesen un poco menos pesados...


Bueno, pues eso es lo que ha pasado esta noche. 13 coches incendiados en el parking que hay bajo la manzana (compartido por Carrefour, propietarios de las viviendas y hotel), sin daños personales, y muchos trabajos para ventilar las viviendas antes de que sus dueños pudiesen volver a ellas sin peligro de asfixia. Por suerte, el hotel dispone de otros sistemas más completos, y en nuestro caso ha sido más rápido. Al final, simplemente una anécdota para contar...

3 comentarios:

silperse www.catalanet.cat dijo...

vaya susto nen!!!!

Joer, con la aventura en Lleida!!!

Dani R. dijo...

Es una señal clara: vuelveeeeee!

Puji dijo...

A mi això em va passar a Niagara a finals de desembre. Allò sí que era fred ( i tot per un ninyatu que havia fumat a l'habitació. son of a b...)