viernes, 7 de octubre de 2011

Los Miserables - el musical

El miércoles asistimos al clásico musical Los Miserables en el Musical Teatre de Barcelona. La adaptación de la novela de Victor Hugo.

La historia es un drama ambientado en el ambiente rural de la Francia de principios del siglo XIX. Trata de la vida de Jean Valjean, un ladrón en libertad condicional y de su relación con diferentes personas a lo largo de varios años, mientras es perseguido por el rígido Javert. Trata de los oprimidos, los repudiados... del bien, el mal, de la miseria y del amor... de los actos de la gente movidos por la ambición, la bondad, la supervivencia, el honor, el deber, la piedad... En definitiva, un análisis de la sociedad que fácilmente se puede transportar a cualquier punto del espacio-tiempo.

Sin duda lo más espectacular es el montaje en el escenario: unos decorados y construcciones impresionantes que combinados con proyecciones de pinturas del propio Victor Hugo recrean de manera increíble diferentes entornos, localizaciones físicas e incluso emociones. Sumando a ello la puesta y los efectos se obtiene un resultado que me dejó con la boca abierta. Esto sí que es un jodido 3D! Y no la basura esa que nos quieren vender en el cine... Sin desvelar nada, para quienes la vean me entiendan: Javert y el río. Ojo!

No hay texto recitado: es totalmente cantado y las composiciones están orientadas a ello, por lo que en muchas ocasiones no se trata de "canciones" con estructura convencional. Tampoco hay demasiadas coreografías al estilo de otros musicales. Todo eso le da un rollo más clásico pero mantiene en todo momento la emotividad de la música. El reparto, totalmente a la altura de un proyecto tan ambicioso como este.

Lo que sí encontré muy mejorable fue el sonido: estando en unas localidades bastante buenas (centradas y cercanas al escenario) el sonido que llegaba era demasiado "plano". Algo así como si un tema en stereo lo oyes en mono. La sensación de estar envuelto por la música era del todo nula. Provenía de "ahí en frente", cuando uno esperaría, (sobretodo en esos momentos álgidos, con 25 personas en escena, cantando en una escena de lo más épica...) sentirse del todo inmerso en el sonido. Una pena, ya que esa hazaña visual, acompañada de una buena apoteosis sonora, hubiera redondeado del todo la obra.

A lo largo de las 2h30' los sentimientos de pena, alegría, indignación, melancolía te van inundando... En resumen, muy recomendable a quien esté pensando en ir a verla. (Decidíos pronto, porque mucho antes del estreno ya me costó encontrar buenas entradas).

Mi momento favorito: el avance de la resistencia parisina justo antes del intermedio. Oh!

Aunque sigo diciendo que a mi los musicales, en general, no me atraen, este es el cuarto que he visto (Cats, Hoy no me puedo levantar, Memphis), y el cuarto que me ha gustado. Las excepciones que confirman la regla, jeje.

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