miércoles, 13 de febrero de 2013

Butacas vacías en el cine

Tengo ganas desde hace semanas de ir a ver Argo al cine. Han coincidido varios estrenos interesantes, por lo que no hemos podido ir antes. Así que miro para comprar entradas hoy.

La hacen en los Cinemes Full HD del Splau! de Cornellà. Como la película es un reestreno, y además lleva varias semanas en cartelera, la dan sólo a ciertas horas y en una sala pequeña, de 5 filas y 39 butacas. El precio: 9,40 euros.

A ver. Ciertamente son los mejores cines que conozco, por la comodidad de las butacas, su disposición en la sala, sus enormes pantallas FullHD y su moderno sistema de audio, realmente envolvente. Por eso entiendo que sea más caro que el resto. ¿Qué quieres ver un estreno más barato? Pues vas el día del espectador (7 euros) o te vas a otro cine con una tecnología que no esté tan “a la última”.

Pero señores de Cinemes Full HD. Como he dicho, Argo es un reestreno, rodado en analógico (con lo que no se disfrutará de la calidad de la pantalla Full HD), relegada a ser proyectada en una sala con una pantalla que dista mucho de ser “enorme”. ¿Cuántas entradas a 9,40 euros piensan vender un miércoles? La película empieza a las 18:00 y, en estos momentos (las 17:15) veo en la web que sólo hay dos entradas vendidas. Eso supone un ingreso de 18,80 euros para un pase cuyos gastos de proyección serán los mismos con la sala vacía que llena. Con ese precio, paso de ir al cine hoy. Bueno, paso de ir a ESTE cine hoy, porque voy a pillar entradas para otra película en Barnasud (cine reformado recientemente y modernizado aceptablemente) a 5,5 euros cada una (y Argo ya la veré en casa). Sólo con que la entrada para Argo hubiese costado, no sé, 7 euros, hubiera comprado 2. Que más las dos ya vendidas significaría un ingreso en ese pase de 28 euros. Y estimo que bajando un poco el precio probablemente iría más gente. Vaya, no he estudiado empresariales, ni marketing, ni económicas, pero me da que (al menos para los días entre semana) bajando un poco los precios se tendrían muchas más ventas y más beneficios.

No?

Y hágase extensible al resto de salas de cine: revisen sus políticas de precios. Tal vez sería conveniente diferenciar los precios de las películas, según cuánto hacen que están en cartelera, la sala donde se proyecten… igual que se diferencia según el día de la semana; igual que se diferencia en una tienda, si queda un remanente de stock.

Como mínimo, pruébenlo, igual se sorprenden de los resultados.

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