The Wall
Lo de anoche en el Palau Sant Jordi (Roger Waters re-presentando The Wall) no fue un concierto, fue un espectáculo. Literalmente, me explico: fue realmente espectacular. Una mezcla entre concierto de rock, teatro, cine... en la que se pudo apreciar una música genial con un montaje escénico realmente increíble.
Como aquí hay ya una buena crónica (del concierto en Madrid) no lo relataré, me limitaré a mis impresiones.
En conjunto, una obra, no una serie de canciones (en algo así, por ejemplo, no hubiera tenido sentido que hubiera habido bises), sino una historia cargada de simbolismo que, aunque fue creada hace décadas, hoy en día sigue siendo una reivindicación totalmente acorde a los tiempos que corren. Músicos, actores, marionetas gigantes, luz, sonido, fuego, proyecciones y ladrillos, muchos ladrillos.
El momento del tema Another brick in the wall (part 2) fue musicalmente lo que más me impresionó (los pelos como escarpias), aunque hubo muchos temas realmente emocionantes. Visualmente hubo muchísimos momentos.
The Wall es realmente algo que ningún aficionado a la música debería dejar de ver en directo, al menos una vez en la vida.