Carlos Navarrete Trio
En el marco del XXI Festival Internacional de Blues de Cerdanyola actuó el viernes pasado Carlos Navarrete Trio, un cuarteto ( ;-) ) de blues del que me gusta: guitarrero y con saturación de la buena. Tocaron en el "Blues Bar", un bareto pequeño pero muy auténtico situado, para nuestra sorpresa, en una calle residencial (de casitas apareadas) de Cerdanyola del Vallès.
Así, rememorando los viejos tiempos, Dani y yo volvimos al ya clásico festival de blues, a disfrutar de la música desde cerca.
La banda, en formación típica de guitarra, bajo y batería, compuesta por tres tíos realmente buenos. Carlos Navarrete, voz y guitarra, al más estilo Joe Bonamassa (eh Dani?), llevaba claramente la voz cantante, aunque el bajista y baterista no se quedaban atrás: complementándose muy bien unos a otros y justificando su protagonismo dentro de los temás mucho más allá de ser "actores" secundarios dentro de la función (como ocurre en otras bandas con guitarristas "estrellas"). Navarrete, impresionante, con su Strato y un sonido totalmente valvular calentado por el mítico Tube Screamer de Ibanez (si este pedal fuera una película hablaríamos de cine de culto): una rítmica combinada con solista que llenaba los temas como tiene que hacerlo una guitarra cuando no hay más base melódica por debajo, ayudada perfectamente por la magnífica labor de los ya mencionados bajo y batería.
Los temas, versiones de artistas de blues-rock como Joe Bonamassa, John Mayer o Stevie Ray Vaughan, con alma de blues y la energía del rock. El garito, a reventar. En la parte final se añadió a la formación el guitarrista Israel García (con más pinta de macarra que de blusero, pero es lo que tiene el blues, que se lleva por dentro), a quien Navarrete presentó como "su maestro" y con el que tocaron varios temas del disco de los hermanos Vaughan (Family Style) combinando muy acertadamente las guitarras y las voces.
Qué más puedo decir de un concierto así? Un concierto (de bar) grandioso. Siempre intento señalar también lo peor de un directo, encontrar alguna pega... como aquí no puedo (los evidentes nervios de Navarrete no afectaron, según mi humilde oído, a su música) me quejaré solo del mastodonte borracho (donde ambos términos son descripciones totalmente objetivas) que bailando parecía querer jugar a los bolos con el público del local (eso que a duras penas se podía compensar el campo gravitatorio generado por semejante espécimen). Eso sí, tras el segundo empujón con el que intenté corregir su deriva me ofreció tabaco y cerveza, todo un detalle.
Para acabar ya, en el siguiente enlace podréis ver una muestra de los directos de Navarrete. Recomiendo a los que os guste el blues que vayáis a verle cuando tengáis ocasión.
4 comentarios:
Solo añadiré un comentario kiskilloso: así como los tres músicos me parecieron excelentes, solamente dos de los tres instrumentos me parecierona a la altura de sus ejecutantes: la guitarra y el bajo sonaron chachi, el sonido de la bateria no me gustó demasiado.
Destacar que era el único instrumento que no contó con la ayuda de medios electromagnéticos para sonar...
Así que macarra. eh!! jajaja me han llamado de todo pero macarra...la verdad es que nunca...jajajaja me ha hecho mucha gracia.
Ya te pillaré...ya...pa darte dos yoyas..juasjujasjajaja
Un saludo y BLUES POWER!!!!
Jajaja, vaya! qué pillada! Es que soy aquél que al pasar le pisaste el pie, jeje, es broma.
Nada tío, menos mal que te lo tomas con humor, que si no me veo huyendo a Méjico. Espero volver a veros tocar otro día, un saludo!
Jajaj....qué bueno...vigila con los mastodontes porque pueden ver tu crítica... és lo que tiene ser crítico....ejjeje...menos mal que se lo ha tomado bien...jejej
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