De mudanza...

Aviso: la información escrita y visual de este post ha sido publicada sin el consentimiento de los implicados.

Pues nada, el domingo, con la energía y estímulos provocados por el concierto de Bonamassa, estuve ayudando a una pareja de amigos a mudarse. De su pisito de Mataró a su piso en Sant Adrià.

Así que el supuesto día de descanso semanal, Silvia, Sergi, Raúl y un servidor nos lo pasamos acarreando lavadora, nevera, muebles... en una fragoneta enorme.

La entrada del edificio invadida por "furniture from outer space"

Un ligero accidente con la nevera y la huidiza rueda de la carretilla donde la transportábamos... un lavavajillas que se me meó encima mientras lo metía en la furgo... un somier que no cupo (cabió, para que nos entendamos) en el ascensor y que hubo que subir 5 pisos combinando las más modernas técnicas de "pa'arriba Pachi!".

Unas imágenes testimonio de algunos momentos:




Sergi, enterrado vivo tras su armario en el ascensor. Posteriormente fui enterrado yo tras el colchón, el ascensor amenazó con huelga al iluminarse el piloto de averiado...







Silvia, dándonos de comer. Hicimos ejercicio, sí, pero no sé yo si entre aperitivo, comida y merienda gané más grasas de las que quemé...






Sergi, abriendo una lata de sardinas (sí, lo que lleva en la mano es un martillo!)





Un cansado día, pero divertido. Al menos para mi, que para la pareja más implicada además del cansancio físico algo así supone muchos nervios y preocupaciones. Pero al final, todo bien, no?

Sergi y Silvia: desde el blog os deseo mucha suerte y felicidad en vuestra nueva etapa. Abrazos y besos a repartir, pareja. Ah, y un beso para tu encantadora madre, Silvia! Llamadme para la próxima. Nos vemos!