En el Casal d'Alella

Rápido vistazo al concierto múltiple en el que estuve anoche: en Alella (el Casal) actuaron Slowreno, Clímax y El Sexto Enchufe.

Los Slowreno abrieron la velada (lo siento, pero ¿quién escogió este orden? Sin entrar en quién lo hacía mejor o peor, por el estilo los Reno deberían haber cerrado el festival). Tan potentes como siempre y con mejor sonido que otras veces: una voz que se oía mejor y unas guitarras que se diferenciaban más. La interpretación, fenomenal, como siempre. Como curiosidad, Víctor sólo rompió una cuerda ;-) Ah, y en un tema (lo siento, no sé los títulos todavía) el fan #1, Carlos, subió al escenario a corear el inicio de la canción.

Siguieron los Clímax, grupo al que no había visto actuar. Versiones y temas propios de estilos muy variados, desde un Pop-Rock català intimista hasta el rock melancólico de Muse, pasando por Tina Turner... Enhorabuena por atreveros a tocar incluso una de Dream Theater! Buenos músicos y buena voz. A destacar a Albert, guitarra, a quien se veía cómodo en los diferentes estilos, ya fuera con la rítmica o la solista; aunque no me gustó como sonaba la guitarra (supongo que es el inconveniente de compartir equipo). También mencionar a Clara, la pianista y "corista", que al fondo del escenario parecía olvidada, pero que con su interpretación y voz no pasó desapercibida. En general muy buena actuación individual de todos ellos pero me pareció que como grupo faltó algo; no sé cómo explicarlo, como unión, o un único sonido común, o (palabras de Dani) alma, espíritu... no sé, hoy estoy bastante espeso :-P

Y finalmente, y no por ello menos importantes, El Sexto Enchufe se encargó de poner el broche de oro al evento. No puedo dejar de hablar de la alegría y buen rollo que transmite este grupo. Leo es increíble cantando y recorriendo el escenario como nadie. Juanito se sale, creo que cualquier batería se le queda pequeña. Jose y Marc, buenísimos al bajo y piano (aunque esta vez el bajo no acabó de sonar bien del todo). Y para este concierto el saxo titular no pudo venir, pero un tal Iván (lo pilláis) le sustituyó más que correctísimamente.

En resumen, un buen sitio para conciertos aunque hubo poca participación. Buen sonido en un espacio amplio. Buenos grupos pero un orden poco acertado.

Ah, debo hablar también del buen rollo de este tipo de cosas: al final los tres grupos se unieron en uno solo a la hora de "repartir" equipo y público en sus propios coches para poder volver a Mataró. Incluso, tras unos futbolines, se improvisó una pequeña Jam en la que un servidor, Juanito y Víctor estuvimos tocando hasta altas horas de la madrugada (y a la que hago plenamente responsable de mi espesura de hoy). Cansado, pero divertido. Qué colgaos...

Y para dar un poco de color al blog, una flor:



Saludos musicales.